Campeonato de España SUB-8
El capricho de los sorteos y la inicial del apellido, nos
enfrentaba a algo así como una “carrera en Mónaco” sin entrenamientos libres, ni
vuelta de calentamiento. Nos tocó en suerte, “bailar con la más fea", ajedrecísticamente hablando. Tan es así, que resultó
ser la que se llevara el título femenino sub-8 de España.
A pesar de ello, nuestro diestro no se arrugó y esperó “a
puerta gayola” la apertura de la navarra, y consiguió hacerse de pieza en los
primeros compases del enfrentamiento. Pero pronto los neumáticos empezaron a
fallar y la falta de rodaje hizo que, en un despiste, olvidara una torre en uno de
los lances de la partida. Desfallecimiento momentáneo que supo aprovechar la de
Tudela, para llevar el manejo del tablero. Pero la falta de tiempo y la astucia
del almeriense, le llevó a “inventar” unas tablas geniales para concluir el
match. Cerca de dos horas de partida, pero mereció la pena.
Y aquí, llega la única pega que se le puede poner a la
organización. Al empezar la ronda a las 12:30, nos plantamos a las dos y media en la
cola de un comedor abarrotado, cansados por el esfuerzo y con la prisa de comer
para comenzar a las 16:00 la segunda partida. No hubo tiempo de descansar y eso
se notó en los dos contendientes, que afrontaron “masticando el postre”, la
segunda ronda. Para mayor desconsuelo, el medio punto logrado, les enfrentaba,
a ambos, a rivales nada fáciles, lo que unido al cansancio acumulado, les llevó a
perder la segunda ronda. David, dejando la dama a merced de un alfil en las
primeras jugadas, una pérdida difícil de mantener, y Marta ante una paisana navarra.
Así pues, nos plantamos en la tercera ronda, que cerraba el
día con medio punto de los dos disputados hasta ahora, losa que lastraría nuestro
campeonato hasta el final, pero no lastró en nada a nuestro campeón de
Andalucía.
Partiendo de la posición 83 en la tercera ronda, y sin poner
el intermitente (como en la F1), fue adelantando a todos los adversarios que se
iban quedando atrás. Y así, pasó, a la posición 55, luego subió al puesto 36 y
de ahí al 26, para acabar el sábado en el lugar 12 del ranking.
El domingo se presentaba apasionante, había que rematar la
faena, con el desconsuelo del peor desempate con cualquiera de los que quedasen
con los mismos puntos que él. Solo una carambola podía auparle a un puesto en
el pódium, pero él debía intentarlo, y eso pasaba por ganar sus partidas y que
hubiese una serie de resultados favorables. Lo primero ocurrió, pero lo segundo
no. Y así llegó al sexto puesto en la clasificación final, con las ganas de
haber podido jugar una ronda más, pues, por mor del sorteo, no pudo enfrentarse
a ninguno de los 5 jugadores que quedaron por encima de él.
Al final, nos quedamos con un buen montón de amigos en el
recuerdo; los que conocimos en los andaluces y los nuevos, y con la incógnita de lo que hubiese sucedido, si el sino del sorteo
hubiese sido otro, o hubiésemos tenido más tiempo para descansar entre la
primera y segunda partida. Pero las hipótesis a tiempo pasado no son para
nosotros, ahora nos quedan un montón de torneos para afrontar, disfrutar y seguir
aprendiendo durante el verano.
Enhorabuena a los campeones y ahora, a dejar bien alto el
pabellón español en Montenegro.
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